Cherokees, lakotas, apaches, wirrárikas, nahuas, mayas, tahínos, kekchíes y quechuas, entre muchos otros indígenas del Continente Americano, prometen pelear contra el “capitalismo salvaje”, las trasnacionales, los organismos financieros internacionales y los gobiernos de los estados nación que, “como desde hace 515 años”, les arrebatan territorios, montes y aguas. “Una gigantesca subversión continúa”, dice el subcomandante Marcos.
Zósimo Camacho
Vícam, Sonora. “Es momento de gritar. Y gritamos para decirle al espíritu de nuestros ancestros que estamos presentes, dispuestos a tomar las armas que ellos dejaron y defender la madre tierra. Estamos dispuestos, como ellos, a matar y morir por nuestros pueblos”, dice en inglés el joven representante indígena Kiko, tahíno de 30 años.
Rechaza que el lugar de donde proviene se llame Puerto Rico: “así le puso el blanco; pero nosotros sabemos que su nombre es Borincue”. Ante más de 2 mil personas –entre autoridades y delegados de 66 tribus y pueblos indios, observadores y miembros de las comunidades de la anfitriona tribu Yaqui que acuden al llamado del EZLN y del Congreso Nacional Indígena– señala que “1492 nunca se olvidará: debemos tener presente siempre cuál es la causa de que estemos ahora como estamos”.
Entonces pide un minuto de silencio por los 250 millones de indígenas muertos resistiendo al conquistador desde 1492. El auditorio se pone de pie y el silencio sólo es interrumpido por las rachas de viento que agitan las plumas, tocados, sombreros, penachos y banderas de los asistentes a este encuentro en el semidesierto de Sonora.
Después irrumpe con un canto marcial en honor al líder lakota o sioux Leonard Peltier –preso en Estados Unidos desde 1976 acusado de asesinato y de quien Amnistía Internacional ha señalado que no se le siguió un juicio justo–, a los mapuches encarcelados en Chile luego de reclamar territorios y “a los que resistieron en San Salvador Atenco”.
El canto “de rebeldía” termina con los puños en alto y la cara al sol de todos los asistentes y el grito guerrero de las tribus del norte.
El Encuentro de Pueblos Indígenas de América se realiza del 11 al 14 de octubre de 2007 en el pueblo de Vícam, territorio de la tribu Yaqui. Durante cuatro días, los representantes indígenas desfilan ante el micrófono en una explanada del pueblo cercana a la estación del tren. Los mezquites que circundan el terreno dan tregua al sol en el cenit que eleva la temperatura a los 35 grados centígrados. Por las noches, el termómetro marca menos de 10 grados y el cielo raso muestra, majestuosa, la vía láctea.
Ninguno de los indios que acude a la reunión solicita a los gobiernos de los estados nación que resuelvan sus conflictos. “No queremos sus migajas”, señalan los wirrárika. Aclaran que no se quejan, sino que denuncian y se organizan para resistir. Seguir leyendo
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