En los últimos meses ha empezado en México una cruzada en contra de narcotráfico. Estados enteros se encuentran completamente invadidos por cuerpos del ejército mexicano. Así Calderón, el nuevo ilegítimo presidente del país, cumple con su promesa de usar durante todo el sexenio al ejército contra el crimen. “Se va a gastar mucho dinero y se van a perder muchas vidas. Ya lo hemos dicho, el gobierno de Calderón no dará marcha atrás”, anuncia el secretario del gobierno una y otra vez.
Entre policías, soldados, sicarios de los narcotraficantes y simples civiles el número de víctimas los tres últimos meses ha superado las mil. En las calles sin pavimento de pueblos lejanos, salen comandos de las Fuerzas Especiales del Alto Mando vestidos de verde, con chalecos antibalas y los rostros cubiertos. Esas fuerzas especiales (Gafes sus iniciales) se crearon en 1994 a raíz del levantamiento del EZLN y son entrenados en antiterrorismo. Sin embargo, varios de sus elementos son los que hoy forman los grupos paramilitares y se encuentran metidos en la delicuencia organizada y en el narcotráfico más concretamente.



















































































































No hay comentarios:
Publicar un comentario