miércoles, 30 de mayo de 2007

SOLIDARIDAD CON ENRIQUE RIVERA

Ignacio Betancourt


Los humanos, algunos tan imbéciles, equivocación de Dios,


están destruyendo el hermoso planeta en donde aparecieron.


En San Luis Potosí los gobernantes, insaciables depredadores


del bien común, en una organizada delincuencia


se han aliado a la minera canadiense llamada San Xavier,


para destruir la salud de cientos de miles de ciudadanos


contaminados con toneladas de cianuro que serán usadas


para tomar el oro del Cerro de San Pedro.


El cerro del escudo de la ciudad será en diez años un agujero


lleno de veneno que el aire y la lluvia untarán en la piel


y en los ojos y en las vísceras de todos los habitantes de la región.


Diez y seis mil kilos de cianuro diluidos diariamente


con treinta y dos millones de litros de agua potable


en una zona que carece de la misma,


veinticinco mil kilos de explosivos detonados cada día


sin autorización alguna, para pulverizar el Cerro de San Pedro


y convertirlo en hueco de San Pedro,


metáfora brutal de una realidad aún más brutal,


monumento a la moderna economía del mundo.


Y por oponerse al atentado, Enrique Rivera tuvo que ir al exilio.


Nuestro jovial compañero ha tenido que ocultarse


como el peor de los criminales, para ponerse a salvo


de las garras de la ley de un país sin leyes.


Su alegre combatividad estará ausente por un tiempo,


el tiempo que quienes nos quedamos necesitaremos


para echar fuera a los verdaderos criminales.


San Luis Potosí, Mayo de 2007


Visita:

No hay comentarios: