Por Diego Osorno
Los padres y hermanos de periodista estadunidense asesinado en Oaxaca el año pasado recorrieron la zona donde murió.
Antes de morir asesinado en una barricada de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), a sus 36 años de edad, Bradley Roland Wheyler había sido de todo en el campo altermundista.
Fue punk en Pittsburgh; okupa en Nueva York; ecologista en Oregon; poeta viviendo con Allan Ginsberg; indígena aymara en El Alto, Bolivia; locutor de radiodifusoras clandestinas de Estados Unidos; 'sin techo' de Goiania en Brasil; zapatista en Chablekal, Yucatán; piquetero en Buenos Aires; chavista en la Caracas del V Foro Social Mundial; y activista antiglobalización en Seattle.
Pero sobre todo, a lo largo de su vida nómada, Bradley Roland Wheyler fue anarquista.
A últimas fechas, Brad, como se le conocía en las redes globales de la izquierda subterránea, había sido sobre todo un camarógrafo anarquista. El camarógrafo anarquista que grabó su muerte en Oaxaca.
En el mundo hay varios centenares como Brad. Desde Seattle, hasta Delhi, y de Sao Paulo a Barcelona. De un lado a otro del globo ellos son los que producen todos los días centenares de páginas de internet, documentales, volantes callejeros, periódicos impresos, programas radiofónicos, televisoras barriales y correos electrónicos en cadena que plantean informar "alternativamente" a la sociedad. Quieren cambiar las cosas trabajando a partir de un lema: "Otra comunicación es posible".
Esos, los de los medios alternativos, son los que supieron de inmediato quién era el camarógrafo anarquista apenas llegado a Oaxaca el año pasado cuando lo sorprendió la muerte en esta calle del municipio de Santa Lucía del Camino por donde hoy caminan sus padres, tratando de resolver con sus ojos tristes, el enigma de la muerte de su hijo menor.
****
Kathy Will regresará a Chicago con el tenis derecho que portaba Brad cuando fue asesinado. Afuera de la tienda de materiales San José, al lado de la miscelánea El Árbol y frente a un puesto donde se cocina "el mejor caldo de nopal de Oaxaca", esta profesora jubilada recibe también algunos recados escritos a mano por un centenar de vecinos, quienes los acompañan a conocer el lugar donde ocurrió la balacera en la que murió Brad.
Son amas de casa, chavos banda y profesores que hace unos meses, aquí mismo, montaban todas las noches una barricada, la barricada de Calicanto. Los mensajes dicen:
"Vengaremos a Brad".
"¡Brad we will always remember you!"
"Brad: estoy segura de que tú eres un ángel. Tu trabajo, tu misión, tu valentía nos revelan una cruda realidad que tiene que ser evidencia para terminar con este corrupto gobierno".
"Señores Will, si de algo sirve, queremos decirle que amamos a Brad".
"El reportero no murió, Ulises lo mató".
"Gracias por habernos prestado a Brad".
*****
El subject del último correo electrónico enviado por Brad Will es: "Primeras horas de la tarde del 16 de octubre...". Lo envió a Indymedia Nueva York para informar de Alejandro García, un activista de la APPO, asesinado por militares vestidos de civil que salían de un centro nocturno de la ciudad.
Brad escribió: "¿Qué sigue? Nadie está seguro. Es como si la luz atravesara el cristal. O bien lo quema o bien pasa a través de él. Lo que está claro es que esto es más que una huelga, más que la expulsión de un gobernador, más que un bloqueo. Que la unión de diferentes elementos. Es una revuelta popular genuina. Y luego de décadas del priismo gobernando mediante el soborno, el fraude y las balas, la gente está cansada. Llaman a ese partido la tiranía, y están dispuestos a destruir ese autoritarismo".
****
Hardy analiza la escena del crimen. Calcula distancias, hace muecas analíticas y mira el horizonte de la calle, donde alcanza a verse parte del Palacio Municipal de Santa Lucía del Camino, el lugar de donde salieron el 27 de octubre de 2006 varios funcionarios del PRI, cargando armas largas, para disparar en contra de los miembros de la APPO.
Su hijo Craig le dice algo al oído y Hardy, de gesto duro, hace una mueca de dolor. A un lado de él, con un mal inglés, un profesor de la sección 22 del SNTE ve la escena y se acerca. Le dice: "Ya pronto señor Will, el pueblo de Oaxaca le va a hacer justicia a Brad, va a volver a salir a las calles y va a juzgar a los asesinos, y también, a esta barricada le pondremos 'La barricada Brad Will".
No hay comentarios:
Publicar un comentario